dilluns

una casa para siempre (enrique vila-matas)

-Así está mejor. Y ahora... ¿en qué piensas, Julio?
-Ahora en nada, no me has dado tiempo.
-Pues, piensa. -Elevé mucho la voz, me volví feroz-. Has de pensar en todo, y probarlo todo antes de que sea demasiado tarde. Procura saber quién eres antes de morir.
Julio no se inmutó esta vez. Dijo que se había aprendido mi consejo del revés, y me hizo una breve demostración:
-Morir de antes eres quien saber procura.


Un día, alguien pronuncia nuestro nombre por última vez. Cae después el silencio, llega el olvido, y es para siempre.


-¡Alto ahí! Ya he oído bastante. Preferiría que dejara el resto a mi imaginación.

Y andando lentamente hacia atrás me alejé de allí. No quería darle la espalda al siempre difícil horizonte.