dimarts

sunset park (paul auster)

[...] pero hasta que esa necesidad emocional madure y se transforme realmente en acto, se contenta con permanecer en el presente sin mirar hacia adelante.




[...] y cuando se pone a pensar en esa generación de hombres callados, los niños que crecieron durante la Depresión para ser ya mayores cuando estalló la guerra y convertirse o no en combatientes, no les reprocha que se nieguen a hablar, que no quieran volver al pasado, pero qué curioso resulta, piensa ella, qué incoherencia tan sublime que su propia generación, que no tiene mucho que contar todavía, haya producido hombres que no nunca dejan de hablar.